TITERES TRAS LAS HUELLAS DE LA HISTORIA PARTE I
ETIMOLOGIAS: TITERES, POLICHINELAS, MARIONETAS, ETC.
De la marioneta se ha escrito casi todo: se ha hablado de su historia, se han ensalzado o criticado sus espectáculos, se ha saturado el mercado de libros de arte reproduciendo verdaderas maravillas escultóricas de los muñecos de todo el mundo, se han publicado toneladas de papel explicando la forma de confeccionar muñecos vivientes, se han escrito muchos libros con obras inéditas o con antologías y florilegios y secciones de obras ya representadas, hay miles de paginas en la Web de lo mismo, mas las de las distintas agrupaciones que profesan el divino arte de los muñecos, pero poco es lo que se ha escrito, que se sepa, dedicado única y exclusivamente a hablar de la marioneta en si y su historia(con excepción de algunas revistas especializadas publicadas por institutos como el instituto internacional de la marioneta) una historia no desligada de la del teatro sino Incrustada en la misma, formando parte de ella. Es por eso que esto que este trabajo pretende llenar ese vació y acercar al marionetista de a pie a ese que empieza este bello arte ancestral y a aquellos curiosos del tema, con los verdaderos orígenes del títere, y así cumplir con la función pedagógica tan escasa en este arte.
Hay libros de todos los tamaños y en todos los idiomas---aunque pocos en nuestra lengua castellana---tratando de la historia de la marioneta, pero como se podría tratar la historia de la hormiga, de una hormiga aislada, única, no incluida entre los animales
La marioneta, el títere, es un instrumento, es un medio de expresión. Y un buen instrumento precisa de un virtuoso que sepa extraer de el cuanto en su interior tiene. Es un instrumento completísimo, y hora es de que se estudie al títere a través de la historia de sus manipuladores, una historia viva, de personas vivas, que han dejado huellas de su paso por la vida a través de sus obras.
Amigos llego la hora de hablar de las marionetas como integrantes que son de una cultura popular.
Pero antes será preciso diferenciar claramente que se entiende por marioneta, por títere, polichinela, etc..... Son muchas las palabras utilizadas para denominar los muñecos actuantes en teatro, y es preciso hacer una previa diferenciación entre ellos para poder entenderlos mejor.
Vamos, pues, a buscar definiciones y etimologías de cada una de las formas con que se designan los títeres en todo el mundo, para- a través de ellas- definir de una vez por todas que se entiende internacionalmente por títere.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua dice textualmente al hablar del títere: Figurillas de pasta u otra materia, vestidas y adornadas, que se mueven con alguna cuerda o artificio.
Por otra parte, el Diccionario Hispano Americano cree que la palabra títere viene del griego Tytupes, mono pequeño. Puede ser que de allí arranque el llamar -como pasaba en el medio evo y el siglo de oro y aun hoy en muchos pueblos de la provincia española- al teatro de muñeco, teatro de monos, puede ser porque eso de que el hombre de los monos, estaba motivado en que las habilidades titeriles eran compartidas por las monerías del mono y la cabra por los artistas trashumantes
Si aceptamos como buena la definición de la Real Academia de la Lengua, resulta que títere no es solo el muñeco que actuá, sino también la imagen religiosa, articulada, así como cualquier clase autómata.
Dado el caso de que existen obras para títeres en las que las figurillas no están adornadas ni vestidas, como por ejemplo obras sobre la creación, o escenas del music-hall, y en la completa seguridad de que las figurillas no se mueven por si solas, la definición de títere podría quedar, escuetamente, en figurillas que se mueven
En cuanto al nombre de Polichinelas que a veces reciben esas figurillas que se mueven, leemos en el Vocabulario Napolitano que por el siglo XVII actuaba por los alrededores de Acerra una compañía de cómicos de la lengua. En las obras que se representaban había mas de improvisación que memorización, por lo que los actores aceptaban con agrado las interrupciones del publico para, con las contestaciones, captar la atención de los espectadores. Entre los interlocutores destaco, por su agudeza y buen humor, y sobre todo por la originalidad en las salidas, un tal Puccio d´ Aniello, que fue incorporado a la compañía y del que se formó el personaje Pulcinello.
Este origen de Polichinela puede creerse, aunque acaso no pase de ser una anécdota. Lo cierto es que —etimológicamente------- hay que buscar la raíz de ese nombre en el latín: pulcine (pollito), con el que el personaje tiene un gran parecido, aunque no sea más que por la nariz picuda. Es decir que de nariz de pollito nacería la palabra pulcinela.
Otro origen puede buscarse en los tiempos de Carlos de Anjou Rey de Scicilia allá por el siglo XIII específicamente entre los años 1266 a 1285, en el nombre del comediante Napolitano Paulo Pinelli, de cuyo nombre por corrupción, acaso provenga pulcinella. Este puede ser el origen correcto del nombre si tenemos en cuenta que el actor dominaba a la perfección el arte del teatro de muñecos, en el que se distinguió en su época, por su ingenio en las obras y por la perfección de sus montajes.
En cuanto a la palabra Marioneta, hay un refrán según el cual el habito no hace al monje que aplicado a la etimología podría significar que la palabra no hace el hecho. Pero en este caso concreto de la Marioneta el hecho si hace la palabra.
Generalmente se está de acuerdo en hacer derivar este vocablo del diminutivo (¿francés, italiano?) Del nombre de Maria.
Es tradición que alrededor del siglo X en Venecia era notoria una fiesta anual: Fiesta de Maria, en memoria de doce muchachas prometidas a otros tantos jóvenes venecianos, raptadas por los piratas en el año 994 y rescatadas poco después por un grupo de valerosos ciudadanos. Recordando tal hecho, todos los años, durante ocho días, recorrían la ciudad con gran pompa y gran sequito del pueblo, doce hermosas muchachas cubiertas con hábitos suntuosos de oro y joyas, que fulguraban las doce raptadas. Las muchachas eran distinguidas todos los años por el Dogo en persona, y al finalizar la ceremonia, se casaban con gran pompa, a expensas del Gobierno de la Serenísima. Pero con el transcurso de los años los gastos de la histórica celebración aumentaron de manera vertiginosa y el Dogo primeramente redujo las Marías de doce a cuatro, después a tres y finalmente se decidió sustituir las muchachas por muñecas de tamaño natural manipuladas por expertos trashumantes manejadas con cordones, que al finalizar la fiesta no tenían que contraer matrimonio, ni gastar nada, y podían se guardadas hasta el año siguiente. De aquel nombre de María derivó el francés Marión, del cual proviene el actual Marionetta, su diminutivo cariñoso.
Otros etimologistas hacen derivar la palabra marioneta de Marie di Legno, es decir, María de madera, que tanto podría aludir a esas figuras indicadas venecianas como a cualquier imagen de la virgen.
Este es el origen que la tradición atribuye a la palabra marioneta. De todas formas, aunque quisiéramos concederle ese origen tradicional italiano, la palabra en sí es francesa. La primera vez que la encontramos escrita es en 1384 en Serées, una Obra de Guillaume Bouchet, señor de Brocourt......... et luy veut dire qu`on trouvoit aux badineries, bastelleries et marionnettes. Tabary, Jehan des Vignes et Franc a tripe, toujours boiteux, et le badin ès farces de France, bossu ; faisant tous ces centrefaiots, quelques tours de champicerie sus les Théâtres….
De cualquier manera, su origen preciso me es desconocido, aunque de ser francés, la formación seria así: Marota, Mariotte y Marionette.
Charles Magnin, gran especialista de este tema quiere remontar la palabra a Marión, heroína de un juego rustico del siglo X, por una parte, o a las figuritas articuladas que representaban a la virgen Maria en las iglesias del mismo siglo.
Por su parte, Frisch en su diccionario Latín-alemán de 1741, establece una ligazón entre marioneta y un bufón que vivió en la Edad media que se llamaba Mario o Marione
Hay una canción del siglo XII que empieza:
Marion, Mariette,
Marionette, Marions-nous...
Con lo que se resuelve de una vez, definitivamente a mi parecer, la creación etimológica de la palabra marioneta.
0 comentarios